Abstract
DIFERENCIAS ENTRE EL CULTIVO DE RIEGO Y EL DE TEMPORAL.—Debe entenderse por cultivo de temporal aquel que se hace dependiendo exclusivamente del agua que se deposita sobre el suelo en forma de lluvias o de nevadas.
En muchas regiones del país las lluvias son suficientemente abundantes y regulares para que permitan levantar buenas cosechas en la mayoría de los años y aun es frecuente que se pierdan por exceso de humedad, cuando están próximas a levantarse, o que perjudiquen a las plantas, cuando el suelo es muy plano y no puede pasar el agua a terrenos más bajos.
En cambio, en otra gran extensión de la República donde se hacen los cultivos de temporal se pierden las cosechas con mucha frecuencia, o bien porque la precipitación no fué suficiente durante el período de desarrollo de las plantas o bien porque no estuvo bien distribuida. Esto es lo más frecuente porque, en general, el régimen de nuestras lluvias casi en toda la República es sumamente irregular, tanto por la altura de lluvias que acusa el pluviómetro anualmente como por la distribución
en los distintos meses del año.
Puede asegurarse que en toda la región donde se hacen los cultivos de temporal caen lluvias suficientemente abundantes para asegurar la producción de cosechas; pero basta con que en la época más urgente venga un corto período de sequía para que las cosechas se pierdan aunque antes y después haya exceso de humedad.
En esas regiones el acaparamiento de las aguas superficiales que escurren sobre el terreno, al caer los grandes aguaceros, será el remedio para asegurar al agricultor el logro de buenas cosechas. Todas sus energías deben tender a evitar los riesgos de ese pequeño período en que suelen retardarse las lluvias poniendo en peligro de perderse todo el capital y trabajo que representan las cosechas en pié próximas a lograrse.
Exactamente porque el cultivo de temporal es más aleatorio que el de riego el empresario agrícola se dedica a cultivar una mayor extensión de terreno que el que puede atender debidamente.
Como después de hecha la siembra sus recursos no le permiten dar un buen cultivo a la tierra se conforma con dar labores de beneficio muy defectuosas, le falta tiempo en las épocas propicias para acabar de dar sus labores y, como es natural, en tierra mal cultivada se acrecientan los riegos que causa la sequía.
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Copyright (c) 2014 Revista de Geografía Agrícola